La Diócesis de San Cristóbal de las Casas exigió a las autoridades justicia tras el asesinato a balazos del sacerdote y defensor de derechos humanos, Marcelo Pérez Pérez, conocido como el padre Marcelo. El obispo Rodrigo Aguilar Martínez instó al Gobierno a restaurar la paz en la región con “auténtica” verdad y justicia, subrayando que la diócesis está dispuesta a perdonar a los responsables del crimen.
El ataque, ocurrido tras la misa oficiada por el padre Marcelo en el Barrio de Cuxtitali, desató una movilización en la que cientos de personas caminaron con banderas blancas hasta la iglesia de Guadalupe, exigiendo justicia. El sacerdote, indígena tzotzil y defensor de los pueblos originarios, fue trasladado a San Andrés Larráinzar para ser sepultado.
Organismos internacionales, como la ONU-DH, condenaron el asesinato y pidieron una investigación pronta y eficaz. Desde 2015, el padre Marcelo contaba con medidas cautelares de la CIDH por las amenazas derivadas de su labor en defensa de los derechos de los pueblos indígenas y su oposición al crimen organizado.
INFORMACIÓN DE EFE
