Aunque la Fiscalía General de la República (FGR) vincula el homicidio del delegado de la dependencia en Tamaulipas, Ernesto Cuitláhuac Vásquez Reyna, con decomisos de combustible ilegal, las autoridades han aclarado que no existe relación con la presunta red de huachicol descubierta en los puertos de Tampico y Altamira.
El ataque ocurrió el 4 de agosto a poco más de un kilómetro de las oficinas de la FGR en Reynosa, en una zona caracterizada por comercios abandonados y escasa vigilancia policial. Según los reportes, Vásquez Reyna fue inicialmente atacado con lo que podría haber sido una granada; al intentar pedir auxilio tras descender de su vehículo, un grupo de civiles le disparó hasta causarle la muerte, mientras el automóvil ardía en llamas. El hecho se registró en el bulevar Miguel Hidalgo, cerca de la colonia Valle Alto, frente a una cámara del C5 ubicada a unos 200 metros, sin que los agresores fueran detenidos.
La FGR informó que existe “una sólida probabilidad” de que el crimen esté vinculado con el aseguramiento de más de 1.8 millones de litros de gasolina y otros artefactos relacionados con una red delictiva en la entidad a finales de julio de 2025. El delegado habría sido objetivo por su participación en la lucha contra el huachicol, aunque las 14 personas detenidas por este caso no guardan relación con su asesinato, según el titular de la SSPC, Omar García Harfuch.
“No tiene que ver un asunto con otro; no está relacionado ninguno de los detenidos con el caso del delegado de Tamaulipas, es una investigación que tiene la Fiscalía General de la República en curso”, subrayó García Harfuch.
INFORMACIÓN DE EL SOL DE MÉXICO
