El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, declaró que la violencia registrada el jueves por la tarde en Culiacán no tuvo consecuencias graves y aseguró que la situación en el estado es de tranquilidad. “Está tranquilo, está tranquilo Sinaloa (…) Fue un incidente, pero no tiene más consecuencias”, afirmó a su llegada a Palacio Nacional, donde participó en una reunión con gobernadores.
Rocha Moya subrayó que “ya no hay nada, está tranquilo Sinaloa”, al ser cuestionado por reporteros poco después de bajar de su vehículo. A pesar de la calma aparente que expresó el mandatario, los hechos violentos del 29 de agosto dejaron a la población en alerta.
El Ejército mexicano sufrió una nueva agresión del crimen organizado en la zona conocida como el ejido Peñasco, en medio de un presunto enfrentamiento con narcotraficantes que derivó en vehículos incendiados y bloqueos de carretera. La Secretaría de Seguridad Pública estatal informó a través de sus redes sociales que “se está recabando la información sobre estos hechos para tener la comunicación con la ciudadanía”, mientras que personal de apoyo se dirigió al lugar de los hechos.
Por su parte, el alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, confirmó en la plataforma X (antes Twitter) que los actos violentos se concentraron en la sindicatura de Jesús María, al norte del municipio, específicamente sobre la Carretera México 15.
La violencia en la región no pasó desapercibida para el Gobierno de los Estados Unidos, que emitió una alerta de seguridad para la ciudad de Culiacán este viernes 30 de agosto. En el aviso, las autoridades estadounidenses restringieron algunas actividades de sus empleados en la zona y recomendaron evitar los viajes dentro y alrededor de Culiacán, subrayando el riesgo que persiste en la región tras los recientes enfrentamientos.
A pesar de la gravedad de los hechos, el gobernador Rocha Moya señaló que no tiene previsto realizar alguna declaración ante la Fiscalía General de la República (FGR) por los eventos del 25 de julio, cuando fueron detenidos los narcotraficantes Ismael “Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López en Estados Unidos. Sin embargo, indicó que acudirá a declarar en el momento en que sea requerido.
La situación en Culiacán y las declaraciones del gobernador han generado preocupación entre la población y las autoridades, quienes siguen de cerca los eventos en una región históricamente marcada por la violencia del crimen organizado.