Mexicanos deportados durante la Administración de Donald Trump denunciaron haber sido sometidos a maltrato en Estados Unidos, donde fueron retenidos durante días y esposados antes de su repatriación. Sin embargo, el Gobierno de México sostiene que no hay violaciones a derechos humanos y se compromete a defender a los connacionales.
Iván Ramos Reyes, originario de Chihuahua, relató que tras casi una década viviendo en Estados Unidos fue detenido en Las Vegas cuando conducía hacia Utah. “Se acabó el sueño de estar allá”, expresó tras ser deportado al Centro de Atención de Deportados en Tijuana.
Rogelio y Daniel, otros migrantes retornados, compartieron experiencias similares, asegurando que fueron retenidos sin explicaciones y que su solicitud de asilo fue rechazada sin posibilidad de apelación.
El canciller Juan Ramón de la Fuente negó que los migrantes lleguen a México esposados y afirmó que en territorio nacional reciben un trato digno. No obstante, la coordinadora del Centro de Atención a Repatriados, Mónica Vega, confirmó que la mayoría de los deportados son hombres y que algunos fueron expulsados tras la negación de su asilo o la expiración de su permiso de trabajo.
INFORMACIÓN DE EFE
