*Busca eficiencia, menos gasto público y estructura vertical integrada
La presidenta Claudia Sheinbaum presentó un ambicioso plan de transformación para Petróleos Mexicanos (Pemex), con el objetivo de reorganizar la estructura interna de la empresa productiva del Estado, reducir su carga financiera y mejorar su eficiencia operativa.
Durante una conferencia de prensa el pasado 11 de julio, Sheinbaum adelantó que se trabaja en una reforma profunda que será detallada en aproximadamente tres semanas. El proyecto contempla cambios sustanciales en la organización de Pemex, incluyendo la eliminación de áreas duplicadas, creación de nuevas estructuras y una visión de largo plazo a 15 años.
“Estamos trabajando en una transformación profunda de Pemex, muy profunda”, señaló la presidenta. “En unas tres semanas se podrá presentar lo que este proceso significa y lo que representará hacia adelante”.
Reducción de estructura y mayor integración
Según reveló la columnista Atzayaelh Torres en El Financiero, el plan de Sheinbaum considera la eliminación de una dirección general, diez subdirecciones, siete coordinaciones y 34 gerencias dentro de las subsidiarias de Pemex, como parte de un proceso para adelgazar la burocracia interna y frenar el gasto público innecesario.
El rediseño afectará áreas estratégicas como Finanzas, Administración, Jurídica, Planeación y Auditoría Interna. También impactará a Pemex Exploración y Producción, Pemex Transformación Industrial —la unidad con mayores pérdidas económicas— y Pemex Logística, que asumirá un papel más central al agrupar funciones dispersas en otras áreas.
Una de las innovaciones clave del nuevo modelo será la creación de la Dirección de Comercialización, encargada de coordinar todas las ventas de combustibles en las distintas subsidiarias. Con ello se pretende superar una de las deficiencias más señaladas en los últimos años: la desconexión operativa entre divisiones.
“Al adelgazar a Pemex, lo que el gobierno busca es tener una visión completa de la cadena de valor, lo que permitirá una mayor transparencia sobre el flujo de dinero”, se detalla en la columna.
De la fragmentación a la integración vertical
Sheinbaum también criticó el modelo actual que divide a Pemex en múltiples subsidiarias y filiales, fragmentación que, según dijo, comenzó en 1992 y se profundizó en 2013 con la creación de 40 filiales adicionales. Esta estructura, señaló, debilitó a la empresa y afectó su operatividad.
Por ello, su gobierno impulsará un modelo vertical, donde todas las operaciones —desde la exploración hasta la venta al público— estén integradas bajo una sola entidad. Esto replicaría esquemas utilizados por otras petroleras internacionales.
“¿Qué quiere decir verticalmente? Pues que desde la exploración hasta la venta de gasolina es una sola empresa. No tiene por qué haber tantas. Con cuentas claras, pero es una sola empresa”, afirmó.
Pemex, prioridad financiera
La reestructuración se produce en un contexto crítico para Pemex, que arrastra deudas con proveedores por más de 404 mil millones de pesos, además de obligaciones financieras en dólares que superan los 6 mil millones, según datos oficiales.
A diferencia del sexenio anterior, en el que la empresa recibió más de 1.1 billones de pesos en apoyos fiscales, la actual administración busca que Pemex deje de representar una pesada carga para el presupuesto federal.
El proyecto de transformación es liderado por Víctor Rodríguez Padilla, nuevo director general de Pemex, y se espera que marque el rumbo energético del país durante los próximos años.