La mayoría de las remesas seguirán libres de gravamen; México reembolsará a afectados vía tarjeta Finabien
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo celebró este lunes la modificación al impuesto sobre remesas contemplado en el plan fiscal del presidente estadounidense Donald Trump, que actualmente se discute en el Senado de Estados Unidos. El ajuste reduce el impuesto originalmente propuesto del 5% a solo un 1% en envíos realizados en efectivo, mientras que las transferencias electrónicas, que representan más del 90% de las remesas, quedarán exentas.
“¿Cómo queda la redacción? Queda 1 por ciento, pero solo para las remesas que se envían en efectivo; todas las transferencias electrónicas tienen 0% de impuesto”, explicó Sheinbaum durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional.
Además, la mandataria anunció que el Gobierno de México brindará apoyo a los connacionales que se vean afectados por este impuesto residual, a través de la tarjeta Finabien, también conocida como Tarjeta Paisano, con la cual se reembolsará ese 1% cobrado en efectivo.
“Para aquellos que envían en efectivo, vamos a dar un reembolso… Es un logro de las paisanas y los paisanos, y les enviamos un cariñoso saludo y reconocimiento”, añadió.
El plan fiscal impulsado por Trump se encuentra en una fase crítica del proceso legislativo en el Senado estadounidense. Tras una lectura maratónica de 940 páginas durante la noche del sábado y la jornada del domingo —estrategia utilizada por los demócratas para retrasar el proceso y exhibir sus recortes—, los senadores cuentan con 20 horas para debatir el proyecto y presentar enmiendas antes de una posible votación.
Una vez aprobada por el Senado, la propuesta regresará a la Cámara de Representantes y posteriormente al Despacho Oval para su firma. Trump busca promulgarla antes del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, aunque persisten divisiones dentro de su propio partido que podrían complicar su aprobación final.
El nuevo impuesto solo impactará a un pequeño porcentaje de remesas que aún se realizan en efectivo, mientras el grueso de los envíos —vía transferencia bancaria— continuará libre de gravámenes, según detalló el gobierno mexicano.