La planta en Nuevo León abastece a EE.UU., pero enfrenta incertidumbre comercial
La fábrica de Lego en México, ubicada en Nuevo León, podría verse afectada en caso de una guerra comercial entre México y Estados Unidos, derivada de las políticas arancelarias impulsadas por Donald Trump. La planta es la principal exportadora de bloques Lego hacia el mercado estadounidense, el más grande para la empresa danesa.
A pesar del crecimiento del 13 % en ventas de Lego en 2024, superando a competidores como Mattel y Hasbro, el CEO Niels B. Christiansen reconoció que la imposición de aranceles representa un desafío para la compañía. Sin embargo, aseguró que el éxito financiero de la marca le permitiría resistir los efectos de estas medidas.
Por ahora, la administración de Claudia Sheinbaum ha logrado evitar los aranceles hasta el 2 de abril, cuando Estados Unidos aplicará tarifas recíprocas. Mientras tanto, Lego sigue expandiendo su producción con la construcción de una nueva fábrica en Virginia y el lanzamiento de productos en alianza con Nike y la Fórmula 1.
La fábrica en Nuevo León es clave para la logística de Lego en Norteamérica, ya que desde ahí se distribuyen los productos a diversas regiones de Estados Unidos. En caso de que los aranceles aumenten los costos de exportación, la empresa podría verse obligada a ajustar su estrategia de producción y distribución para mantener su competitividad en el mercado estadounidense.
Además, el sector juguetero en general enfrenta una transformación con la digitalización del entretenimiento infantil. Lego ha apostado por diversificar su oferta con juguetes tecnológicos e incursiones en el ámbito de los videojuegos, lo que le ha permitido mantenerse a la cabeza del mercado global. Sin embargo, cualquier barrera comercial con Estados Unidos podría afectar su rentabilidad y proyecciones de crecimiento.
INFORMACIÓN DE EL FINANCIERO
