*Pam Bondi comparó a México con Irán y Rusia por el tráfico de fentanilo; autoridades rechazan la acusación.
Una nueva controversia ha sacudido la relación entre México y Estados Unidos luego de que la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, calificara a México como un “adversario extranjero” durante una audiencia en el Senado sobre el presupuesto 2026.
Bondi mencionó a México junto a Irán, Rusia y China como amenazas para Estados Unidos, señalando que “no nos dejaremos intimidar” y acusando al país vecino de estar controlado por cárteles que facilitan el ingreso de fentanilo al territorio estadounidense. “Nos están matando física y químicamente, a través de sobredosis que afectan a nuestros hijos”, afirmó.
La declaración generó una inmediata reacción del gobierno mexicano. La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó los señalamientos al calificarlos como “sin sustento” y atribuyó las palabras de Bondi a una falta de información. “México no es enemigo de nadie”, subrayó la mandataria en su conferencia matutina.
Por su parte, el embajador de Estados Unidos en México, Ron Johnson, tomó distancia de la postura de Bondi. En su primer mensaje oficial, resaltó la cercanía entre ambas naciones y aseguró que la relación bilateral es “la más especial del mundo”. Citando al expresidente Trump, afirmó: “Somos vecinos, socios, amigos, pero más que nada, familia”.
También el exembajador Ken Salazar calificó de “falta de respeto” la inclusión de México en la lista de enemigos. “Somos una familia con un futuro compartido”, expresó ante medios de comunicación.
Mientras la Casa Blanca guarda silencio sobre la polémica, estas posturas evidencian tensiones internas en Estados Unidos respecto al papel de México en la crisis del fentanilo y al enfoque que debe tomar la relación bilateral.