Encuesta revela desconfianza en el mercado laboral y estrés por el aumento de precios
Una encuesta del Centro de Asuntos Públicos de Associated Press-NORC reveló que los estadounidenses están cada vez menos confiados en su capacidad para encontrar un buen empleo y más preocupados por el alto costo de vida durante la presidencia de Donald Trump, lo que podría representar una advertencia para el Partido Republicano de cara a las próximas elecciones.
Según el sondeo, el 47% de los adultos en Estados Unidos dijeron sentirse “no muy” o “nada confiados” en poder conseguir un trabajo de calidad si lo buscaran, un incremento respecto al 37% registrado en 2023.
Los precios de los alimentos, la vivienda, la atención médica, la electricidad y la gasolina se mantienen como las principales fuentes de estrés financiero. Más de la mitad de los encuestados señaló que el costo de la comida es una preocupación “importante”, mientras que el 36% expresó lo mismo respecto a sus facturas de electricidad.
Inflación y aranceles generan frustración
El estudio indica que la percepción negativa sobre la economía erosiona el apoyo a Trump, quien regresó a la Casa Blanca en enero prometiendo controlar la inflación que se disparó tras la pandemia. Sin embargo, su popularidad en materia económica se mantiene baja, afectada por los aranceles, despidos federales y conflictos políticos que incluso provocaron un cierre de gobierno.
Solo el 36% de los adultos aprueba su gestión económica, frente al 41% que en 2021 apoyaba a Joe Biden en el mismo rubro. Entre los republicanos, el 71% respalda a Trump, aunque esta cifra es más baja de lo habitual para un presidente entre los miembros de su propio partido.
Durante el gobierno de Biden, la contratación laboral era significativamente más fuerte debido a la recuperación postpandemia; en contraste, bajo Trump, las nuevas plazas de trabajo promedian menos de 27 mil al mes, tras la imposición de aranceles en abril.
Estrés financiero y sensación de estancamiento
El panorama económico también refleja una sensación de precariedad generalizada.
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68% de los estadounidenses califican la economía como “pobre”.
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59% dice que sus finanzas familiares “se mantienen estables”, pero solo 12% afirma estar “avanzando”.
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28% considera que está “quedándose atrás”.
La falta de confianza se extiende a otros ámbitos: 63% no cree que podría comprar una casa, y 52% duda tener suficiente ahorro para su jubilación.
Entre los jóvenes menores de 30 años, ocho de cada diez aseguran que no podrían adquirir una vivienda.
Historias de incertidumbre
El reporte incluye testimonios que ilustran el impacto de la crisis en la vida cotidiana. Linda Weavil, jubilada de Carolina del Norte, dijo que votó por Trump por su perfil empresarial, pero ahora culpa a sus aranceles por el alza en los precios de productos básicos. “Nuestros precios de café y chocolate han subido por los aranceles. Es un golpe para el pueblo estadounidense”, comentó.
Por su parte, Kevin Halsey, un trabajador de telecomunicaciones en Illinois, explicó que sus facturas de electricidad pasaron de 90 a 300 dólares, pese a tener paneles solares. “La economía es una porquería”, lamentó.
A pesar de que el desempleo se mantiene bajo y el crecimiento económico continúa estable, la mayoría de los ciudadanos no percibe mejoras en su bienestar, lo que muestra que Trump enfrenta el mismo dilema económico que tuvo Biden: cifras positivas, pero una población que no se siente mejor.
INFROMACIÓN DE AP