La iniciativa, promovida por el presidente López Obrador, busca consolidar la soberanía energética y prohibir la concesión del litio a privados.
Tras una maratónica sesión de casi ocho horas, el Senado de la República aprobó la reforma a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, con el objetivo de reforzar el control estatal en sectores estratégicos como la energía, el internet y el litio. Con 86 votos a favor, 39 en contra y una abstención, la reforma pretende asegurar la seguridad energética del país y reducir el costo de la electricidad, garantizando que el Estado tenga el control exclusivo en estas áreas.
Cambios clave en la reforma
El dictamen, impulsado por la mayoría de Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo, introduce modificaciones que sustituyen el término “empresas productivas” por “empresas públicas” en la Constitución, con el fin de que el Estado recupere el control absoluto de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Además, establece que actividades como la explotación del litio y la prestación del servicio de internet serán exclusivas del Estado, sin ser consideradas monopolios.
La iniciativa, presentada originalmente por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 5 de febrero, también prohíbe la concesión del litio a empresas privadas, lo que, según el gobierno, fortalecerá la soberanía en la explotación de este recurso estratégico.
Debate y posiciones enfrentadas
El bloque opositor, conformado por el PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, criticó la reforma, argumentando que fomenta un modelo estatista que podría desalentar la inversión privada, especialmente en energías limpias, y que no garantiza la eficiencia ni la reducción real de tarifas eléctricas. El senador panista Mario Humberto Vázquez Robles advirtió que la mala gestión de Pemex y la CFE podría trasladar los costos de sus ineficiencias a los ciudadanos.
Por su parte, los senadores de Morena, Enrique Inzunza Cázarez y Óscar Cantón Zetina, defendieron la reforma, afirmando que es crucial para consolidar la soberanía energética y revertir las políticas neoliberales que, según ellos, han debilitado al país en las últimas décadas. La reforma forma parte del llamado “Plan C” del presidente López Obrador, un esfuerzo por fortalecer el control estatal en áreas estratégicas.
Tensión política en la sesión
La sesión estuvo marcada por momentos de tensión, especialmente cuando legisladores de Morena desplegaron una manta acusando al expresidente Felipe Calderón de vínculos con Genaro García Luna, recientemente sentenciado por narcotráfico en Estados Unidos. El incidente avivó el debate en el pleno y provocó reacciones de los legisladores opositores.
Al término de la votación, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, declaró aprobada la reforma y la remitió a las legislaturas estatales para su ratificación.