Un grupo de senadores demócratas moderados acepta un acuerdo para reabrir parcialmente las agencias federales
El prolongado cierre del gobierno estadounidense, que ya batió récords de duración con 40 días, podría llegar a su fin luego de que un bloque de senadores demócratas moderados acordó respaldar un pacto bipartidista destinado a reabrir parte de la administración pública y asegurar la financiación temporal de varias agencias federales.
De acuerdo con fuentes cercanas a las negociaciones, el Congreso aprobaría recursos anuales para los departamentos de Agricultura, Asuntos de Veteranos y el propio Legislativo, mientras que el resto de las dependencias recibiría fondos hasta el 30 de enero. El proyecto incluye el pago retroactivo a los empleados suspendidos, la reactivación de transferencias federales a estados y municipios, y la reincorporación del personal cesado durante el cierre.
Avanza el proceso legislativo
El Senado tiene previsto realizar una votación preliminar este domingo. Si la medida obtiene apoyo suficiente, se requerirá unanimidad para acelerar el procedimiento y evitar días adicionales de debate. Posteriormente, la Cámara de Representantes deberá aprobar la iniciativa antes de que pueda ser promulgada.
“Parece que estamos cerca del fin del cierre del gobierno”, declaró el presidente Donald Trump al regresar a la Casa Blanca la noche del domingo.
El senador demócrata Tim Kaine, de Virginia —uno de los estados más afectados por el paro gubernamental—, confirmó su respaldo al acuerdo, al considerar que “representa un alivio necesario para miles de trabajadores federales”.
Divisiones en la Cámara de Representantes
A pesar del avance en el Senado, el panorama en la Cámara baja sigue incierto. Los líderes demócratas condicionan su apoyo a la inclusión de una extensión de los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare), medida que no forma parte del pacto actual. En contraste, los republicanos más conservadores exigen un financiamiento total del gobierno hasta septiembre.
Como parte de las negociaciones, los republicanos accedieron a someter a votación antes de diciembre un proyecto para renovar los créditos fiscales vinculados al sistema de salud, aunque esta promesa no ha convencido a todos los legisladores demócratas.
“Lucharemos contra la propuesta republicana en la Cámara”, advirtió Hakeem Jeffries, líder demócrata de los representantes.
Impacto económico y político
El cierre, que comenzó el 19 de septiembre, ha afectado gravemente a la economía estadounidense, con pérdidas estimadas en 15 mil millones de dólares por semana, según la Oficina de Presupuesto del Congreso. El organismo prevé una reducción de 1.5 puntos porcentuales en la tasa de crecimiento del PIB real para mediados de noviembre, mientras que la confianza del consumidor cayó a su nivel más bajo en tres años.
El paro ha tenido también repercusiones en sectores clave como el transporte, tras la orden del secretario de Transporte, Sean Duffy, de cancelar vuelos para reducir operaciones durante la crisis presupuestaria.
La resolución de este enfrentamiento político recuerda cierres anteriores que no lograron cumplir los objetivos de las partes involucradas, como los de 2013 y 2018-2019. Esta vez, el desenlace podría marcar un nuevo capítulo en la prolongada disputa entre demócratas y republicanos sobre el gasto público y la política sanitaria.
INFORMACIÓN DE BLOOMBERG

