El Grupo Parlamentario de Morena y sus aliados en el Senado de la República han anunciado su apoyo a la reelección de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). A pesar de las críticas y cuestionamientos en torno a su gestión, los senadores buscan una postura unificada para que Piedra continúe al frente del organismo.
“El propósito es que todos los senadores vayamos en unidad. La gran mayoría no ve mal la reelección, vamos a trabajarla”, declaró el senador Saúl Monreal, miembro de Morena, quien destacó que la evaluación de su trabajo en la CNDH será prioritaria para la decisión final. Aunque Piedra Ibarra fue la aspirante peor calificada en la terna finalista, Monreal subrayó que su desempeño y las recomendaciones emitidas por la CNDH durante su mandato serán determinantes.
Durante su comparecencia ante comisiones en el Senado, Piedra Ibarra defendió su gestión al frente de la CNDH, afirmando que ha iniciado una transformación en la institución con el objetivo de servir mejor al pueblo. Además, destacó que bajo su liderazgo el organismo se ha alineado a la política de austeridad republicana, eliminando gastos superfluos y alejándose de ser “la institución nacional más onerosa del país”.
Sin embargo, la postulación de Piedra se ha visto envuelta en una nueva polémica, luego de que presentara una carta supuestamente firmada por el obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera, en respaldo a su reelección. Vera se deslindó del documento, denunciando que la carta es falsa y que las palabras allí expresadas no representan su pensamiento ni su ideología. “Ese papel membretado, donde se utiliza mi nombre, además de ser un diseño malo y oscuro, no existe en mi oficina particular”, aclaró el obispo.
Piedra Ibarra afirmó que recibió la carta y la transmitió “en el entendido de que era real y atendiendo a los requisitos que se expresaban en la Convocatoria respecto a este tipo de expresiones”.
La reelección de Piedra ha generado opiniones encontradas entre los legisladores y diversos sectores de la sociedad, quienes continúan debatiendo si su gestión en la CNDH ha sido favorable o no para la defensa de los derechos humanos en México.