Advierte que la paridad en gubernaturas ya está garantizada por el INE
La presidenta Claudia Sheinbaum exhortó a los congresos locales, incluido el de Tamaulipas, a analizar con detenimiento las iniciativas conocidas como “ley esposa”, al considerar que no está del todo claro que su fondo esté realmente vinculado con el fortalecimiento de la paridad de género, la cual —subrayó— ya se encuentra garantizada en las elecciones a gubernaturas.
Durante su posicionamiento, la mandataria federal señaló que el debate es válido, pero insistió en que primero debe revisarse el alcance jurídico de este tipo de reformas y el contexto en el que se impulsan. En ese sentido, explicó que solicitó al ministro Arturo Zaldívar revisar si estas modificaciones son legalmente procedentes, independientemente de que puedan ser impugnadas por partidos políticos, como ya ocurrió en San Luis Potosí y ahora se discute en otras entidades.
Sheinbaum recordó que el Instituto Nacional Electoral (INE) ya estableció un esquema obligatorio de paridad en candidaturas a gobiernos estatales, lo que garantiza que en cada proceso electoral haya una distribución equitativa entre hombres y mujeres. Como ejemplo, mencionó que en 2027, cuando se renovarán 17 gubernaturas, al menos nueve candidaturas deberán ser para mujeres.
Destacó que este mecanismo ha permitido un aumento significativo de mujeres gobernadoras en el país, lo que ha contribuido a abrir espacios de liderazgo femenino y a demostrar la capacidad de las mujeres para encabezar gobiernos estatales.
No obstante, la presidenta expresó reservas sobre las disposiciones que buscan imponer una alternancia obligatoria de género —una elección mujer, la siguiente hombre— al señalar que es necesario evaluar si esta medida es viable jurídicamente y si realmente beneficia a la paridad. Apuntó que este tipo de propuestas tiene ventajas y desventajas, y que en algunos casos podría responder a intereses distintos al impulso de la igualdad sustantiva.
Finalmente, Sheinbaum reiteró su recomendación a los Congresos estatales, incluido el de Tamaulipas, para que analicen a fondo estas iniciativas, al advertir que, dado que la paridad ya es una obligación para los partidos políticos, no es evidente que la alternancia forzada contribuya necesariamente al avance de los derechos políticos de las mujeres, dejando el tema abierto al debate público y legislativo.
