*El presidente enfrenta descontento entre sus bases por el caso Epstein y una creciente presión por su política migratoria
Este domingo, Donald Trump cumple seis meses de su segundo mandato al frente de Estados Unidos, en una etapa marcada por medidas económicas proteccionistas, tensiones internacionales y una política migratoria más radical. Pese a los logros legislativos y una retórica de recuperación nacional, el mandatario enfrenta crecientes críticas, incluso entre sus simpatizantes más leales, por su manejo del caso Epstein y los recientes roces con aliados estratégicos.
“Hace un año éramos un país muerto y ahora somos la nación más pujante del mundo”, declaró Trump esta semana, en medio de señales mixtas sobre el rumbo del país. Las tensiones comerciales y diplomáticas, así como su relación rota con Elon Musk y las protestas internas, dibujan un panorama complejo para el segundo semestre de su gestión.
Aranceles y presión global
Trump relanzó su estrategia económica con aranceles del 10 % y amenazas de gravámenes del 20 al 40 % a decenas de países, incluidos México y Canadá, por no llegar a acuerdos antes del 1 de agosto. Hasta ahora, solo ha cerrado pactos con Reino Unido, Vietnam, Indonesia y un acuerdo provisional con China.
En el ámbito internacional, su administración ha recortado significativamente la ayuda exterior y ha presionado a la OTAN para aumentar el gasto militar de los países aliados. También mantiene una postura agresiva en Medio Oriente, respaldando a Israel y lanzando ataques conjuntos contra instalaciones nucleares iraníes.
En América Latina, su enfoque se ha centrado en frenar la migración y contrarrestar la influencia china en zonas estratégicas, como el Canal de Panamá, mientras propone el controvertido “renombramiento” del Golfo de México a “Golfo de América”.
Migración: redadas, expulsiones y militarización
La política migratoria de Trump ha sido una de las más radicales en la historia reciente del país. Ha aumentado los fondos del ICE, intensificado redadas masivas y autorizado deportaciones hacia terceros países, incluso a instalaciones de máxima seguridad en El Salvador, Guantánamo y el llamado “Alcatraz Caimán” en Florida.
La eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para cientos de miles de personas de Venezuela, Haití, Nicaragua, Honduras y Afganistán ha provocado protestas masivas, como las registradas en Los Ángeles, donde el despliegue de la Guardia Nacional y marines federales tensó aún más el panorama social.
El caso Epstein y la grieta con Musk
Uno de los mayores retos internos para Trump ha sido el manejo del caso Jeffrey Epstein. Tras prometer transparencia, su base exige la publicación de todos los expedientes vinculados al fallecido financiero acusado de tráfico sexual. La falta de avances ha generado malestar en sectores que antes respaldaban ciegamente al presidente.
En medio de este contexto, Trump rompió con Elon Musk, a quien acusó de traición tras su salida del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y los señalamientos del empresario sobre su posible vínculo con la red de Epstein.
Reforma fiscal con sabor a derrota
Aunque logró aprobar una ambiciosa reforma fiscal con mayoría republicana en el Congreso, el paquete elevó el déficit fiscal en 2.8 billones de dólares, debilitando su narrativa de control del gasto. A pesar de esto, Trump insiste en que su plan está diseñado para estimular la economía y “reducir el tamaño del gobierno”.
A seis meses de su regreso al poder, el segundo mandato de Trump está marcado por una mezcla de decisiones audaces, creciente confrontación interna y una base que comienza a exigir más que discursos. Con la economía, la migración y la diplomacia como frentes abiertos, el mandatario enfrenta uno de los periodos más tensos de su carrera política.