El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, arribó este miércoles a Washington para reunirse con el mandatario saliente, Joe Biden, en un encuentro clave para dar inicio a la transición de poderes. El jet privado de Trump, conocido como ‘Trump Force One’, aterrizó en el aeropuerto de Andrews, Maryland, a las 9:25 hora local (14:25 GMT). Posteriormente, se dirigió al Capitolio para reunirse con los republicanos de la Cámara de Representantes y su líder, Mike Johnson.
A las 11:00 hora local (16:00 GMT), Trump tuvo su encuentro con Biden en el Despacho Oval de la Casa Blanca. El acceso a este encuentro fue restringido, permitiendo la presencia de un pequeño grupo de medios para grabar las declaraciones iniciales de ambos políticos, mientras que el resto de la reunión se celebró a puerta cerrada.
La reunión de este miércoles forma parte de los esfuerzos de Biden por garantizar una “transición pacífica y ordenada”, un mensaje que ha reforzado en los últimos días. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, explicó que Biden busca subrayar la fortaleza del sistema estadounidense y el funcionamiento de sus instituciones, así como dar ejemplo de lo que constituye una transición ordenada.
Desde la victoria electoral de Trump, el gobierno de Biden ha enfatizado la importancia de una transición democrática, destacando las normas que rigen el sistema político de Estados Unidos. Biden, quien invitó a Trump a la Casa Blanca el 6 de noviembre, busca demostrar que la democracia estadounidense se mantiene sólida y funcional, a pesar de las críticas y cuestionamientos previos de Trump.
En paralelo, Trump ha centrado sus esfuerzos en conformar su futuro gabinete, designando a figuras clave como Susie Wiles, su jefa de gabinete, y Tom Homan, quien será su “zar de la frontera”. Sin embargo, hasta el momento, Trump no ha comentado públicamente sobre el encuentro con Biden, ni ha emitido declaraciones en sus redes sociales.
Esta reunión se produce después de la controversia de 2020, cuando Trump se negó a invitar a Biden a la Casa Blanca tras las elecciones, y fue el primer presidente en la historia de Estados Unidos en no asistir a la investidura de su sucesor.
El encuentro de este miércoles se presenta como un paso importante para asegurar una transición en paz, a pesar de las tensiones políticas previas, subrayando la importancia de la estabilidad y el respeto por las instituciones democráticas de Estados Unidos.