José Gregorio Aguilar/TN
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Mientras la Sección 30 del SNTE en Tamaulipas compartía imágenes de la celebración –en una iglesia local- del cumpleaños del secretario general Arnulfo Rodríguez Treviño, una serie de comentarios en redes sociales reveló un malestar creciente entre sus agremiados: la falta de rendición de cuentas sobre el uso de las cuotas sindicales y la censura de voces críticas.
La maestra Reyna Campuzano Salinas publicó un comentario solicitando claridad sobre el destino de las cuotas sindicales, citando los estatutos del sindicato y la reforma laboral. Su mensaje fue respaldado por otros usuarios que pidieron auditorías independientes y rendición de cuentas periódicas.
Posteriormente, Campuzano denunció que su comentario fue eliminado de la página oficial del Movimiento Magisterial de Tamaulipas, cuestionando el temor del dirigente sindical ante una petición legítima. “Una página oficial que también se mantiene con nuestras cuotas sindicales no debería limitar, borrar y bloquear a ningún trabajador de la educación”, expresó.
Otros docentes se sumaron al reclamo, señalando la necesidad de espacios accesibles y verificables para conocer el manejo de los recursos. Sin embargo, también se manifestaron con escepticismo: “Sería genial, pero desafortunadamente sabemos que nunca pasará”, comentó Miguel Ángel González García.
La conversación derivó en alertas sobre problemas económicos en instituciones como el IPSSSET y el SARTET, alimentando la urgencia de una auditoría transparente.
La celebración institucional contrasta con una comunidad que exige ser escuchada. En tiempos donde la confianza se construye con hechos, el silencio ante la rendición de cuentas puede convertirse en el mayor ruido.
Según denuncias en redes sociales, el evento fue organizado con recursos del sindicato y con la asistencia casi obligada de docentes, especialmente de la capital del estado. La molestia no solo radica en el gasto, sino en el simbolismo de una dirigencia que, lejos de atender las demandas de la base, prioriza actos personales con tintes de culto y opacidad.
“Mi pecho no es bodega”, escribió Simón Alberto Sánchez en redes, al denunciar que la fiesta se organizó en secreto, sin publicaciones oficiales, por temor al rechazo masivo del magisterio. La crítica se extiende al estilo de liderazgo de Rodríguez Treviño, señalado por buscar beneficios personales, aferrarse al presupuesto público y mantenerse en el poder mientras miles de maestras y maestros enfrentan precariedad e incertidumbre económica.
Esta situación ha generado críticas sobre el estilo de liderazgo de Rodríguez Treviño a quien acusan de priorizar intereses personales y políticos por encima de las necesidades de la base.