Surgen denuncias de tortura, tráfico de órganos y abuso infantil
Mientras avanzan las investigaciones en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, nuevos testimonios exponen los crímenes cometidos en el lugar durante más de una década. Indira Navarro, líder del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, ha compartido declaraciones de sobrevivientes que describen un escenario de terror dentro de los crematorios clandestinos denunciados en 2024.
En entrevista con Carmen Aristegui, Navarro relató la historia de María, una mujer que asegura haber estado privada de su libertad en el rancho. Según su testimonio, el lugar operaba desde 2012 y era utilizado para experimentos médicos, tráfico de órganos y castigos brutales. Entre las atrocidades mencionadas, destacó la existencia de un corral de cerdos donde eran arrojados prisioneros y el uso de peleas en lodo como método de tortura.
Además, María reveló que menores de edad también eran llevadas al rancho, algunas bajo engaños y otras como víctimas de represalias. Navarro enfatizó que estos niños y niñas fueron sometidos a abuso sexual, señalando que había personas dentro del grupo criminal que solicitaban específicamente a menores.
Las autoridades continúan con el proceso de identificación de restos humanos hallados en el rancho, aunque el grado de destrucción podría dificultar la tarea. Mientras tanto, colectivos de búsqueda exigen justicia y el esclarecimiento total de los crímenes cometidos en este sitio.
